El texto es una conferencia de T. H. Marshall que toma como punto de partida un ensayo de Alfred Marshall de 1873 (2) sobre el futuro de la clase obrera, donde una de las ideas centrales es que las personas se comportan a partir de maximizar el placer que se puede obtener de la cosas.
T. H. Marshall plantea en su ensayo que existe una relación entre la ciudadanía y la desigualdad social, materializada en la clase social. Entiende la ciudadanía como “un estatus que se concede a los miembros de pleno derecho de una comunidad. Sus beneficios son iguales en cuanto a derechos y obligaciones que implican.” Para los casos de sociedades donde la institución de ciudadanía está en desarrollo se tiene la construcción de una ciudadanía ideal que cumple el papel de ser el parámetro a partir del cual se define el éxito y el objeto de las aspiraciones.
Para el caso de la desigualdad social, T. H. Marshall toma la clase social que es definida como “un sistema de desigualdad, al igual que la ciudadanía, puede basarse en un cuerpo de ideales, creencias y valores.” Identifica dos tipos de clase social:
(1) la jerarquía de estados donde la diferencia se define legalmente. En este tipo la ciudadanía entra en conflicto directo con la clase y son incompatibles, también tiene implicaciones económicas ya que no permite el contrato moderno, entendido est como el acuerdo entre hombre libres e iguales (ciudadanos) aunque con diferente poder. Esto permite entender que en el feudalismo no se podia dar la ciudadanía ni el contrato moderno.
(2) Las diferencias de clases son el resultado de la interacción de varios factores relacionados con las instituciones de la propiedad, la educación y la estructura de la economía nacional. En éste segundo tipo la desigualdad es necesaria ya que proporciona incentivos para el esfuerzo y la estructura de la distribución del poder.
Tanto la clase social, como la ciudadanía tiene su auge en el capitalismo, esto provoca las dos preguntas que Marshall intenta responder en el ensayo: la primer se enfoca en responder ¿cómo es posible que estos dos sistemas (ciudadanía y clase social) puedan crecer y progresar en el mismo territorio? y la segunda pregunta propone identificar lo que permitió que estos dos sistemas se constituyeran en aliados durante un buen tiempo.
Estas preguntas son respondidas a partir del siguiente argumento: “la ciudadanía supuso un principio de igualdad, partiendo de que todos los hombres eran libres y, en teoría, capaces de disfrutar derechos. Esto no tuvo conflicto con las desigualdades presentes en la sociedad capitalista ya que los derechos eran necesarios para conservar esa forma concreta de desigualdad. Es así como la ciudadanía, que incluía los derechos civiles que dan al hombre los derechos necesarios para participar en una economía de mercado, generó una simbiosis con la clase social que permitió el desarrollo del capitalismo y de la democracia.
Dentro de los aspectos de interés que presenta Marshall es que la ciudadanía está conformada por tres grandes aspectos:
- Los derechos civiles que son desarrollados en el siglo XVIII y que se enfocan en las libertades individuales como la libertad del individuo, de expresión, de ideas, de religión, a la propiedad, a la justicia pero principalmente la idea de IGUALDAD. Aquí se da el cambio del trabajo servil al trabajo libre y se constituye el derecho al trabajo entendido este como “el derecho de practicar el oficio que se ha elegido en el lugar que se ha elegido.”
- Los derechos políticos que es el derecho a participar en el ejercicio del poder político como miembro de un cuerpo investido de autoridad política o como elector de sus miembros. Esta figura existía antes pero en un monopolio cerrado de grupo pero gracias al desarrollo de los derechos civiles permite que estos derechos políticos se trasladen del estatus económico al estatus de persona. Es así como el sufragio se suma al derecho de la ciudadanía.
- Los derechos sociales que implica un espectro de derechos desde la seguridad al bienestar. En estos derechos juega un papel importante el derecho a la educación ya que señala que es el derecho del ciudadano a recibir educación, y plantea que la educación es un requisito previo para la libertad civil. La educación es clave ya que permite formar ciudadanos, pero también tener personas más productivas. Dentro de los derechos sociales también señala aquellos referidos al derecho al trabajo y las acciones que el estado puede hacer para que todos tengan un mínimo que les permita “ser civilizados”.
Llama la atención que el derecho a la educación tiene un papel central para la ciudadanía y para la clase social. Para la primera la educación permite la formación de los nuevos ciudadanos, es decir que prepara para vivir en la igualdad. Para la segunda la educación es el mecanismo de distribuir a las personas dentro de la estratificación social a partir de los meritos, los mejores estudiantes ocuparan las posiciones más importantes, justificando con ello la desigualdad entre las personas.
Otro elemento a destacar es que Marshall señala que usualmente se observan las diferencias entre las clases, asumiendo que estas son homogéneas, pero señala que cada vez más las diferencias intraclase son mayores.
El texto dedica una buena parte a la discusión de los derechos sociales y como estos pueden entrar en contradicción con los derechos civiles, pero principalmente como estos pueden aportar en la disminución de las desigualdades.
Finalmente discute sobre las posturas de igualdad de oportunidades y la igualdad de posiciones, inclinandose por la primera de estas.
Como reflexión queda la idea de que el desarrollo del capitalismo necesitó de la ciudadanía (igualdad) y de las clases sociales (desigualdad) para desarrollarse durante el siglo XX, pero a finales de este siglo, e inicios del XXI, lo que se observa es un debilitamiento de la ciudadanía (la igualdad) ya que la disminución/flexibilización de los derechos laborales hacen que las personas trabajadoras tengan menos garantías al momento de negociar un contrato con sus empleadores.
Notas:
(1) Tomas Humprey Marshall (1893-1981) Sociólogo Inglés,
(2) Alfred Marshall, economista inglés, planteó las bases para la economía neoclásica y del estado de bienestar.
Bibliografía.
Marshall, T. H. (1998). Ciudadanía y clase social. Madrid: Alianza. páginas 15-82.