Introducción.
El objetivo del texto es
presentar las desigualdades educativas en Guatemala en tres grandes variables: origen social, étnico y sexo. Si bien la expansión educativa se ha
dado en Guatemala durante segunda mitad del siglo XX, ésta no ha tenido las mismas
consecuencias en los diferentes estratos o clases sociales, como tampoco en los grupos
étnicos presentes en el país. Las diferencias entre hombres y mujeres han disminuido, pero se comporta de manera diferente dentro de los estratos o clases sociales: la disminución es considerable en los estratos medios y altos, pero poca en los estratos bajos.
El texto presenta
algunos datos referidos a la educación entre los grupos y
se intenta dar una explicación desde las teorías sociológicas de la
educación, específicamente aquellas que buscan explicar las desigualdades
educativas. Si bien las teorías fueron desarrolladas para explicar sociedades industrializadas, se
pueden utilizar para dar cuenta de las desigualdades educativas en una
sociedad poco industrializada, donde buena parte de la producción es agrícola, hay extracción de materias primas y se tiene un sector de servicios en
crecimiento. En este contexto social existe mayor desigualdad, por ello las
relaciones que proponen algunas teorías se pueden observar con mayor claridad.
El trabajo se ordena en tres bloques, el primero presenta cómo se conforma
el sistema educativo guatemalteco, el segundo presenta algunos datos sobre la
cobertura educativa a partir del origen social, el género y el grupo étnico, y
en el tercero se presentan algunos datos sobre la calidad de la educación,
específicamente en el logro educativo.
1. El
sistema Educativo Guatemalteco.
En este
primer apartado se presenta el sistema educativo guatemalteco. El sistema educativo está
dirigido por el Ministerio de Educación -MINEDUC- para los niveles preprimario, primario y secundario, pero en el nivel terciario
está a cargo de las universidades presentes en el país.
El sistema educativo guatemalteco se divide en varias etapas, la primera es la educación inicial que parte de los 0 a los 6 años, en ésta hay centros educativos denominados de preprimaria que atienden a los estudiantes de 4 a 6 años y donde se da un aprestamiento para la primaria, pero también se desarrollan capacidades sociales. La primaria está constituida por 6 años de formación y va de los 7 a los 12 años. La secundaria se encuentra dividida en dos ciclos: el básico que comprende 3 años y el ciclo diversificado, que puede comprender 2 o 3 años. El ciclo básico, como en la primaria, la formación es homogénea. En el diversificado existen diferentes opciones educativas que preparan para el trabajo como también para continuar estudios universitarios.
Los estudios universitarios no se encuentran coordinados por el MINEDUC, en este nivel hay diferentes instituciones de educación superior. Se encuentra la Universidad de San Carlos -USAC-, única universidad pública, como también existen universidades privadas, todas gozan de autonomía. En la educación superior existen diferentes etapas de formación, las de pregrado donde se encuentran carreras técnicas y los profesorados, estos últimos están enfocados en formar a los profesores del nivel medio, estas opciones educativas tienen una duración de 3 años. A nivel de grado se encuentran las licenciaturas e ingenierías, estas duran 5 años y en muchos casos es necesario realizar exámenes de grado, trabajos de tesis o prácticas, por lo que la duración se extiende de 6 años a más. Finalmente están los posgrados que se cursan al concluir la licenciatura o ingeniería, aquí se encuentran las maestrías, que duran un máximo de 2 años; las especializaciones, que pueden durar entre 1 y 3 años dependiendo el tema; y los doctorados.
El sistema educativo guatemalteco se divide en varias etapas, la primera es la educación inicial que parte de los 0 a los 6 años, en ésta hay centros educativos denominados de preprimaria que atienden a los estudiantes de 4 a 6 años y donde se da un aprestamiento para la primaria, pero también se desarrollan capacidades sociales. La primaria está constituida por 6 años de formación y va de los 7 a los 12 años. La secundaria se encuentra dividida en dos ciclos: el básico que comprende 3 años y el ciclo diversificado, que puede comprender 2 o 3 años. El ciclo básico, como en la primaria, la formación es homogénea. En el diversificado existen diferentes opciones educativas que preparan para el trabajo como también para continuar estudios universitarios.
Los estudios universitarios no se encuentran coordinados por el MINEDUC, en este nivel hay diferentes instituciones de educación superior. Se encuentra la Universidad de San Carlos -USAC-, única universidad pública, como también existen universidades privadas, todas gozan de autonomía. En la educación superior existen diferentes etapas de formación, las de pregrado donde se encuentran carreras técnicas y los profesorados, estos últimos están enfocados en formar a los profesores del nivel medio, estas opciones educativas tienen una duración de 3 años. A nivel de grado se encuentran las licenciaturas e ingenierías, estas duran 5 años y en muchos casos es necesario realizar exámenes de grado, trabajos de tesis o prácticas, por lo que la duración se extiende de 6 años a más. Finalmente están los posgrados que se cursan al concluir la licenciatura o ingeniería, aquí se encuentran las maestrías, que duran un máximo de 2 años; las especializaciones, que pueden durar entre 1 y 3 años dependiendo el tema; y los doctorados.
El sistema educativo, conformado por los niveles
previos a la educación superior, está organizado por diferentes tipos de
escuelas. Están las públicas que son financiadas por el gobierno central
y trabajan dentro del marco dado por el MINEDUC donde se busca que la
educación sea lo más homogénea posible. Existen
centros educativos que funcionan gracias a fondos privados, en esta categoría
se encuentran las escuelas por cooperativa y las escuelas sostenidas por las
aportaciones de los padres de familia y de otras instancias privadas.
Este es un grupo muy diverso pero deben cumplir con los lineamientos
del MINEDUC. La base común de la educación en Guatemala la conforma el Curriculum Nacional
Base -CNB- y en los estándares educativos nacionales, ambos constituidos en la
primera década del siglo XXI, y cada vez menos la formación de maestros, ya que el MINEDUC está perdiendo la capacidad de definirla al sacarla de las Escuelas Normales y trasladarla a la universidad.
La
forma como se distribuyen los centros educativo depende del nivel educativo,
por ejemplo en primaria se ve una fuerte presencia de la educación pública con
un 85.3% de los centros educativos, en el ciclo básico los centros educativos
públicos representan el 43% y en el ciclo diversificado el 16.1%. El sector privado, incluyendo a los
centros educativos por cooperativa, tienen
una presencia inversa, solo el 14.7% en la primaria, pero en básico representan
un 57% y en diversificado llegan al 83.8 % (Anexo I). En la medida que aumenta el nivel
educativo la presencia de la educación pública es menor. Esto es resultado de las políticas de
expansión educativa ya que los esfuerzos de los gobiernos se han centrado
mayoritariamente en la primaria.
En el nivel terciario la coordinación ya no se encuentra en el MINEDUC. Existen varias instituciones de educación superior, una es la universidad pública que es sostenida principalmente con fondos del estado y existen más de 10 instituciones de educación superior privadas. La universidad pública es autónoma y rectora de la educación superior del estado, tiene capacidad de dictar sus propios reglamentos y programas de estudio y es la única que puede reconocer los títulos y diplomas extendidos por instituciones de educación superior de otros países. Las universidades privadas son reconocidas por el estado como instituciones autónomas, tienen la capacidad de crear sus propios programas y están encargadas de regular la educación superior privada. Esto implica que la educación superior funciona en total autonomía y la educación pública y privada de este nivel funcionan muy desvinculadas (Tobar 2011). La universidad pública atiende al 40% de la población universitaria y las universidades privadas atienden al 60% restante. Si bien una de las diferencia centrales entre la universidad pública y privadas era en los costos para el estudiante, ya que la universidad pública tiene un costo para el estudiante de casi cien quetzales (que equivalen a no más de 15 dólares en la actualidad) por año, recientemente se puede observar que están surgiendo programas formativos donde los estudiantes tiene que pagar para poderlos cursar, y sin estos pagos los programas no podrían existir.
Los
sistemas educativos pueden ser estudiados a partir de tres características: la
estratificación del sistema, la estandarización y la especificidad vocacional (Kerckhoff
2001). Estas
características fueron construidas para estudiar los sistemas educativos de
países industrializados como Estados Unidos, Reino Unido, Francia y Alemania, y
aquí se retoman para explicar el sistema educativo guatemalteco.
La
estratificación se refiere a que el sistema educativo tiene claras las
capacidades de los estudiantes y a partir de ellas identifica a quienes están
en un nivel “alto” y quienes están en un nivel “bajo”, a partir de ello divide
a los estudiantes en diferentes procesos de formación, pero también existe una
estratificación que no depende de las características de los estudiantes sino
del programa de estudios en el que son inscritos los estudiantes, ya que
unos forman ciertas habilidades y otro desarrollan otras. Usualmente esta estratificación se
encuentra en el nivel secundario (Kerckhoff
2001).
En Guatemala no existe una estratificación dentro del sistema educativo a partir de las capacidades de los estudiantes, pero si existe a partir del idioma materno de los estudiantes, esto se da en la preprimaria y los primeros años de la primaria, aquí el objetivo es trabajar con aquellos infantes que no tienen el castellano como idioma materno, estas escuelas tienen un programa de Educación Bilingüe Intercultural[1] –EBI- y se encuentran ubicadas en las áreas donde existe mayor población indígena. El sistema plantea que en estos primeros años de educación los estudiantes perfeccionan el castellano y mientras tanto aprenden a leer y escribir en el idioma materno, que es definido por la mayoría lingüística del lugar, ya que existen más de 20 idiomas indígenas en el país.
Por otra parte Guatemala se diferencia de los países desarrollados por la cobertura, ya que en Guatemala hay personas que no son cubiertas por la educación, esto construye una estratificación entre aquellos que tienen acceso y los que no, esto se desarrolla más adelante.
La
estandarización del sistema educativo se refiere al grado en que la calidad de
la educación cumple con los mismos estándares a nivel nacional, las dimensiones
que permiten observar esta característica son la formación de los profesores,
el presupuesto que tienen los centros escolares, los currículos, la uniformidad
de la enseñanza obligatoria y los exámenes nacionales (Kerckhoff
2001). La
estandarización del sistema educativo guatemalteco se encuentra en construcción
en los últimos años en el trayecto que coordina el MINEDUC, ya que fue en la
primera década del siglo XXI en que se presentó el Currículo Nacional Base
-CNB- que presenta las competencias que los estudiantes deben de lograr como
los contenidos que se deben de impartir[2], antes se utilizaban planes de estudio
que eran un listado de contenidos que orientaban lo que se debía de enseñar.
La
formación de maestros de primaria ha estado en las escuelas normales y los
profesores de básico y diversificado son formados en las universidades. Pero
durante la primera década del siglo XXI se han iniciado varios esfuerzos por
reformar la formación inicial docente de primaria, uno de los esfuerzos fue
convertir las escuelas normales en instituciones de educación superior; el
segundo fue la introducción de un Currículo Nacional Base para las escuelas
normales ya que las escuelas normales no tenían un currículo de estudios. Finalmente, en la actualidad la carrera de maestro de
primaria se divide en dos, una primera etapa que se da en las escuelas normales
y una segunda que se da en las universidades. En las escuelas normales se
da un bachillerato en educación con una duración de dos años y al finalizar se
da un pase automático a la universidad para concluir la formación como
profesores de primaria, después de 2 años de estudios superiores. Los primeros dos esfuerzos fueron
interrumpidos por los cambios de gobierno ya que los nuevos gobiernos no tenían la intención de
cargar con los conflictos que generaron estas acciones de cambio, el tercero se está
impulsando en la actualidad, la primera generación inició estudios en el año
2013 pero aún no se tiene claro si se logrará consolidar la reforma.
En relación a las pruebas estandarizadas, estas se
realizan desde 1998 para identificar el nivel de logro de los
estudiantes. A partir de
los resultados de las pruebas nacionales se puede observar que los resultados
de las escuelas públicas son más homogéneos, mientras que las privadas tienen
resultados más dispersos (DEGEDUCA
2010, 18). Estas pruebas no tiene peso sobre la
promoción o no del estudiantado pero permiten obtener información sobre el
estado del aprendizaje a nivel nacional.
La especificidad vocacional se refiere a la forma como el sistema educativo ofrece diferentes opciones formativas y las credenciales para desempeñar diferentes trabajos (Kerckhoff 2001). Para el caso guatemalteco la especificidad vocacional no se da a partir de una evaluación de las capacidades de los estudiantes, sino por una elección personal combinada con alguna prueba de ingreso para algunas carreras, esta diversidad se encuentra en el nivel de diversificado donde existe 150 opciones de estudio[3] que se pueden sintetizar en cuatro grandes opciones, el Bachillerato que prepara especialmente para continuar los estudios universitarios, Peritos que forman en áreas técnicas y contables, Secretariado que forma en administración como también en trabajo de oficinista y Magisterio, donde se forman maestros de preprimaria, educación física, educación para el hogar, etc.
En el
nivel terciario la universidad pública tiene desde el año 2000 procesos de
evaluación para ingresar y estos varían a partir de la carrera, por lo que el
resultado en el proceso de admisión es vinculante a la carrera que se podrá
estudiar. En el caso de las instituciones privadas se pueden observar
diferentes modalidades de procesos de admisión como exámenes de admisión,
entrevistas y pruebas psicológicas, o combinaciones de estas.
2. La cobertura educativa en Guatemala.
La
cobertura educativa en Guatemala aumentó en la segunda mitad del siglo XX, este
aumento fue mayor en el nivel de primaria y menor en secundaria. Se pasó
de un 60% de la población que no tenía acceso a la educación primaria a menos
de un 10% en la década de los noventas. Las políticas de ampliación educativa
han logrado que cada vez más personas tengan acceso a la educación,
especialmente en primaria. Es importante hacer la aclaración que la
cobertura no se presenta por grado, sino por nivel o ciclo, por ejemplo en
primaria el total de infantes entre 7 y 12 inscritos se divido entre la
proyección del censo nacional de la población entre 7 y 12 años para ese año. Por
lo que no hay que asumir que del 100% de infantes de 7 años el 98% ingresan a
primero a esa edad.
Una forma de observar la desigualdad en el acceso a la educación es el
"Coeficiente Gini de cobertura educativa nacional", construido por el
MINEDUC, con el objetivo de conocer la concentración (desigualdad) y
desconcentración (igualdad) de la cobertura educativa. En preprimaria el coeficiente Gini de
cobertura es 0.124 y en primaria es 0.084, por lo que en estos dos niveles la
cobertura tiene una concentración baja. En el caso del ciclo básico el
coeficiente Gini es de 0.26 por lo que la concentración es considerada baja
pero el ciclo diversificado tiene un valor de 0.631 por lo que la concentración
es alta (DIGEDUCA
2012). Estos
datos permiten observar que en la medida que el nivel de educación es más
elevado hay mayor desigualdad en el acceso. La desigualdad presente en los niveles
más altos se observa cuando se comparan el nivel educativo por género, por
origen étnico y por estrato.
Para el
caso de las diferencias por sexo las mujeres tienen un menor acceso a la
educación, especialmente en el nivel primario donde los hombres tiene un 12% de
mayor cobertura frente a las mujeres. Las diferencias disminuyen en la
medida que el nivel educativo es más alto, por ejemplo al concluir la primaria
los hombres superan a las mujeres por un poco
más del 7%. Para el caso
del nivel medio la distancia es menor, la población masculina supera por casi
un 3% a las mujeres y en el nivel superior la diferencia no supera el 2%. La diferencia más fuerte se encuentra
entre quienes no han tenido acceso a la educación. Aquí se puede observar que en la
medida que se da el proceso de expansión educativa las diferencias entre
hombres y mujeres se van reduciendo como se ha encontrado en las sociedades
industrializadas (Goldthorpe
2010).
En los estratos altos y medios, que varias décadas atrás priorizaban el envío de los varones a la escuela sobre la mujeres, se puede observar una disminución de esa práctica. Esto se explica por la disminución de costos que ha tenido la educación gracias a la ampliación de cobertura educativa. Por lo que la ampliación de cobertura disminuyó la desigualdad entre hombres y mujeres de los estratos altos y medio. Este es un fenómeno que también se observó en los países desarrollados (Raftery 1993), ya que la ampliación de cobertura beneficia directamente a los estratos bajos cuando ya todas las personas que demandan educación en los estratos alto y medio han logrado acceder.
Si bien se puede observar una igualación de la presencia de mujeres y hombres en los niveles educativos más altos, existen aún ciertas diferencias. Por ejemplo el aumento de la presencia de las mujeres en la universidad, ya que la elección de la carrera por parte de las mujeres está orientada hacia aquellas que les permita seguir cumpliendo el rol de madres dentro de la familia (Goldthorpe 2010). Los datos del ANEXO II, donde se presentan el porcentaje de mujeres y de hombres por unidades académicas de la USAC, permiten observar que hay unidades donde las mujeres superan a los hombres y en otras es lo contrario. Las unidades con más presencia de mujeres son trabajo social con un 95%, le siguen con porcentajes mayores al 70% lingüística, ciencias psicológicas, ciencias químicas y farmacia y las humanidades. Así se puede observar que las mujeres tienden por las carreras humanistas, ciencias sociales y ciencias médicas. En contraposición se encuentran las unidades de Ingeniería y Agronomía, donde la presencia de las mujeres es menor al 25%. Si bien las diferencias de género se han ido acortando en los niveles educativos superiores, la diferencia entre indígenas y no indígenas es aún muy altas.
Casi la mitad de la
población indígena no ha tenido acceso a la educación, contra una quinta parte
de la población no indígena. En el nivel de primaria la distancia es
mínima, casi un 1.5%, donde la expansión de la educación pública ha sido más
intensa. Pero la distancia
surge nuevamente en el nivel medio donde solamente un 10.24% de la población
indígena ha tenido acceso, mientras que casi un 30% de la población no indígena
ha logrado concluir ese nivel. Finalmente
en el nivel superior se observa que solamente el 1.07% de los indígenas han
logrado concluirlo ante un 7.81% de los no indígenas. En la medida que aumenta
el nivel educativo la distancia entre indígenas y no indígenas es mayor.
Este tipo de desigualdad puede ser explicado desde la teoría de la reproducción (Bourdieu y Passeron 1996) donde el sistema educativo guatemalteco ha sido construido de tal forma que ha dejado excluidas las culturas indígenas y que responde a la cultura de los grupos dominantes, provocando con ello que los estudiantes indígenas, como también aquellos que no son parte de los grupos dominantes, obtengan bajos resultados ya que su cultura e idioma materno no se valora dentro del proceso educativo. Esto provocaría que los estudiantes que no provienen de familias de los grupos dominantes, salgan del proceso educativo ya que lo sienten ajeno. Esta hipótesis se podría comprobar observando las características de quienes se desafilian de la escuela con mayor frecuencia controlando las condiciones socioeconómicas y los grupos a los que pertenecen.
Se podría plantear que la educación Bilingüe Intercultural es donde existe una valoración de las culturas indígenas, esta está presente en la primaria pero desaparece en el ciclo básico y diversificado, aunque en los últimos años ha existido un esfuerzo por introducir el eje de interculturalidad en todo el trayecto educativo. El único programa intercultural en diversificado es la carrera de magisterio bilingüe intercultural. Estos esfuerzos son recientes ya que durante buena parte del siglo XX, se buscó la asimilación cultural de los indígenas por medio de la educación, por lo que la escuela ha cumplido con el papel de socialización (Durkheim 1996) donde se trasladaba un ideal de persona y la moral occidental. Estas acciones sufrieron reformas en el tiempo, posteriormente existieron esfuerzos por alfabetizar en el idioma materno, no por rescatar los idiomas indígenas sino porque era menos costoso y tenía mejores resultados. Ya en la década de 1980 se amplió el esfuerzo por rescatar los idiomas indígenas y en la década de 1990 se llegó a la propuesta de una educación intercultural.
Otro elemento que contribuye a explicar las desigualdades educativas en Guatemala es el proceso de ampliación de la cobertura educativa que se encuentra inconcluso. Si bien existió una ampliación del nivel primario esto no se dio con la misma fuerza en todo el país como tampoco en el nivel medio. La poca cobertura en el nivel medio afecta especialmente las áreas rurales ya que la mayoría de los centros educativos de este nivel se encuentran ubicados en los centros urbanos y para las personas que no radican en estos lugares la continuidad de los estudios implica un mayor costo, frente aquellos que radican en los lugares urbanos, por los costos de transporte y tiempo. Aquí se puede observar parte de un procesos de acumulación de desventajas ya que las familias en el área rural tienen menos ingresos y menos servicios, por lo que las escuelas se encuentran más retiradas, mientras que las familias en los centros urbanos tienen oportunidad de tener mejores ingresos, tienen más servicios y por ello la escuela les queda más cerca implicando un menor costo llegar a ella. Esto también se observa en la educación universitaria.
El III Censo Estudiantil Universitario de la USAC permite observar que
las persona que se auto identifican con algún grupo indígena (Mayas, Garífunas
o Xincas) llegan a ser casi un 12%, cuando los datos del Censo Nacional del
2002 indican que la población indígena guatemalteca representa un 40% del
total. Es decir que la
población indígena está sub representada en la universidad y la no indígena
está sobre representada con una relación de 7 no indígenas por cada indígena.
Finalmente
existen desigualdades educativas por estrato social, algo que la sociología en
los países industrializados ha venido evidenciando desde la década de 1960.
En Guatemala esta desigualdad es central ya que las desigualdades
socioeconómicas son muy grandes. El informe de desarrollo humano de
Guatemala del año 2005 presenta que del total de las personas que se encuentran
en el quintil “Bajo Extremo” casi la mitad no ha ingresado a la escuela, esto
implica que para este estrato la educación tiene costos que no pueden asumir,
en contraposición del total de personas que se encuentran en el estrato “Alto”
solamente el 1.4% no tienen acceso a la escuela. Y al comparar el acceso
a la educación superior también se pueden observar las diferencias por estrato,
ya que el quintil más alto tiene un 38.20% de las persona con educación
superior y el quintil más bajo no llega ni al 1%.
Una sociedad meritocrática
es aquella donde se valora el esfuerzo que realizan las personas durante su
proceso educativo y las que destacan en ese proceso ocuparan los puestos más
altos, para ello requiere de un sistema educativo que genera igualdad de
oportunidades educativas entre la población, permitiendo con ello que los
orígenes sociales pierdan peso en los resultados que obtengan en sus estudios.
Guatemala, con esta situación de la educación, no puede considerarse como
una sociedad meritocrática como tal. Primero,
porque el sistema educativo no ha logrado dar igualdad de oportunidades a toda
la población, por lo que el sistema educativo en lugar de borrar las
diferencias de origen las está manteniendo (y quizás aumentando) ya que los
sectores con menor ingreso están excluidos de buena parte del trayecto
educativo. Segundo, sigue
siendo el origen social un factor determinante en el éxito del proceso
educativo con lo que se aseguran ocupar las posiciones más rentables, como
también las de mayor prestigio y poder.
Si bien el acceso a la escuela primaria es casi universal en la primera década del siglo XXI, no son solo los 6 años de estudio en primaria los que trasladan las capacidades para entrar a competir en igualdad de condiciones en el mercado laboral. Se ha señalado que para lograr sacar de la pobreza a una familia de cuatro miembros se requiere que el jefe de hogar y su pareja, cuenten cada uno con, al menos, 12 años de educación (Porta Pallais y Laguna 2007) que implica tener por lo menos concluido el nivel de diversificado.
El merito en los estudios está presente en los estratos socioeconómicos “medios” y “altos”, pero esto tiene como resultado que valoran aquello a lo que ellos tienen acceso y los otros estratos socioeconómicos no. Es decir, es una forma de legitimar las desigualdades existentes, incluso se señala a las personas de los estratos más bajos como responsables de su situación ya que no aprendieron o no estudiaron. Pero cuando se indaga sobre el aprendizaje logrado por los estudiantes de diversificado, por ejemplo, se esperaría observar que tienen un nivel de conocimientos por lo cual se hacen merecedores de ocupar ciertos puestos, pero lo que se observa es que al concluir 12 años de instrucción las persona no tienen los conocimientos que se espera que tengan, por lo que el mérito es solo una ilusión Esto se puede comprobar el nivel de logro educativo que tienen los estudiantes guatemaltecos.
3. Logro educativo en Guatemala.
Si bien los
años de escolaridad y el nivel educativo alcanzado son formas de identificar el
logro educativo, éste también puede ser observado a partir de los aprendizajes
alcanzados por los estudiantes. Una
forma de conocer esto son las pruebas nacionales, uno de los indicadores de la
característica de estandarización del sistema educativo. Estas pruebas miden los conocimientos
que tienen los estudiantes y permiten identificar que conocimientos de los
esperados manejan. En
Guatemala estas pruebas se enfocan en Matemáticas y Lectura. Para el caso de los estudiantes
graduandos de diversificado del año 2009. Los datos presentan que en Matemáticas
únicamente el 1.9% de los estudiantes se encuentra en un nivel de Logro y el
restante 98.1% se encuentra en el de no logro educativo. En lectura únicamente el 7.4% de los
estudiantes tiene resultados que los ubiquen en el nivel de logro, quedando el
92.6% en no logro (MINEDUC,
2011) . Por
lo anterior es muy difícil sostener, que existe una correlación entre escolarización
y el desarrollo de conocimientos en la persona. Es decir que asistir a la escuela no
garantiza aprender y tener los conocimientos esperados. Y a partir de los datos se puede
afirmar que hay un pequeño número de graduandos que si están en un nivel de
logro en lectura, y uno más pequeño en matemáticas.
El hecho de que en diversificado no se estén logrando los conocimientos esperados da pie para imaginar que el sistema no está logrando el desarrollo de las capacidades que demanda el mercado, como lo propone la meritocracia, sino que existe una lucha por lograr las credenciales que permitan a los grupos acceder al mercado de trabajo. Por ejemplo los maestros de primaria se forman en este nivel, pero los estudiantes más que tener los conocimientos en matemáticas y lectura que se espera que manejen, lo que están logrando es obtener un título que les permite acceder a ese mercado laboral (Collins 1971). Aquí la educación es buscada por los grupos con el objetivo de diferenciarse de otros grupos y para lograr esa diferenciación buscan obtener las credenciales que se los permita. Desde esta perspectiva también se puede explicar el aumento de la oferta educativa privada donde aquellos estratos socioeconómicos altos que en la primera mitad del siglo XX se formaban en las instituciones públicas han optado en la segunda mitad del siglo XX por los centros educativos privados y en el afán de diferenciarse de los otros estratos fortalecen el discurso de que la educación privada es mejor que la educación pública. Pero al comparar el porcentaje de estudiantes que están en el nivel de logro las escuelas públicas tienen un 6.8% y las escuelas privadas un 7.8%[1]. Es decir que por cada 8 alumnos de las instituciones privadas que están en el nivel de logro en las públicas hay 7 alumnos. A partir de esto se puede señalar que el tipo de institución educativa, a partir del criterio de si es privada o pública, no representan una gran diferencia[2].
Si bien el tipo de institución educativa tiene alguna diferencia, el origen
de los estudiantes también tiene un efecto en el aprendizaje de los
estudiantes. Siguiendo en
la línea de la teoría de la reproducción (Bourdieu
y Passeron 1996) se tendría
claro que es la subcultura en la que se encuentra la familia del estudiante la
que favorecerá, o no, a que tenga mejores resultados. Esto debería traducirse en que los
estudiantes cuyas familias se encuentran en los estratos más altos tendrán
mejores resultados que las familias de clases bajas.
Para el caso de los
graduandos en Guatemala no se cuenta con información sobre el ingreso o el
gasto de sus familias, como tampoco en la labor productiva en la que se
encuentran los padres o la relación que tienen con los medios de producción,
esta información permitiría identificar la clase social a la que pertenece la
familia del estudiante, permitiendo con ello determinar si los estudiantes de
clases altas son los que obtienen los resultados más altos. Pero se cuenta con información de la
escolaridad del padre y de la madre del estudiante que permite tener alguna
idea del capital cultural presente en la familia. La teoría permite afirmar que
en la medida de que aumentan los recursos en las familias el capital cultural
será mayor permitiendo por ello que los hijos tengan mejores resultados en la
escuela (Bourdieu
2007). En la
siguiente gráfica se dividen los estudiantes que están en el nivel de logro
educativo en matemáticas y lectura en cuatro grupos a partir de la escolaridad
máxima alcanzada por la madre: primaria completa, básico completo,
diversificado completo y universitario completo. Es importante recordar que del total
de graduandos presentes en la base de datos el 1.9% se encontraba en el nivel
de logro en matemáticas y el 7.1% se encontraba en el nivel de logro en
lectura.
La gráfica permite observar que en la medida que la madre tiene una mayor
escolaridad, y con ello un mayor capital cultural institucionalizado, el
porcentaje de estudiantes que se encuentran en el nivel de logro educativo
aumenta. Es así que se
puede destacar que de cien graduandos, que pertenecen al grupo de las madres
que solo concluyeron la primaria, únicamente 4 tienen las competencias lectoras
esperadas y casi uno tiene las competencias en matemáticas. En el caso de los graduandos que
pertenecen al grupo de las madres que llegaron a concluir el ciclo básico,
de cien estudiantes únicamente 7 tienen las habilidades lectoras esperadas
y 1 las habilidades matemáticas esperadas. En el caso de los graduandos que
pertenecen al grupo de las madres que tienen hasta diversificado concluido, de
cien jóvenes 4 tienen las habilidades matemáticas esperadas y 16 las
habilidades lectoras. Y
finalmente, el grupo de madres que lograron concluir la universidad 28 de cada
cien estudiantes tienen las habilidades lectoras y 11 de cada cien tienen
las habilidades matemáticas esperadas.
Con estos datos se puede concluir que en la medida que aumenta el capital
cultural institucionalizado de la madre, la probabilidad de estar en el nivel
de logro aumenta. La
comparación más dramática es entre el grupo de las madres que solo tienen
primaria con las que tienen estudios universitarios concluidos ya que se
observa la gran diferencia en la probabilidad de que el estudiante esté en el
grupo de logro educativo.
Las sociedades industrializadas en sus inicios tenían estratificaciones
sociales y educativas muy semejantes, pero en la medida que se han dado la
igualdad de oportunidades educativas se ha tenido una disminución de las
desigualdades educativas pero no ha implicado una disminución de las
desigualdades económicas, (Boudon
1983), esto implicaría que la estratificación educativa y la económica
ya no tiene una correlación tan alta. Pero
el caso de Guatemala, donde la igualdad de oportunidades educativas aún no se
ha logrado y donde las desigualdades económicas han aumentado, las correlación
entre la estratificación social y educativa es muy alta.
4. Algunas Conclusiones.
Siguiendo las características de la
estratificación del sistema, la estandarización y la especificidad vocacional (Kerckhoff
2001), se puede concluir que el sistema educativo guatemalteco no tiene
una estratificación debido a que no tiene diferentes modalidades de educación,
si bien la alternativa de educación bilingüe intercultural trata de responder a
la necesidad de atender a una población específica, aquellos estudiantes que no
tienen el castellano como lengua materna, no busca dar una formación
diferenciada sino lograr que estos chicos logren perfeccionar el castellano
para que en los grados más avanzados tengan el mismo programa educativo que los
estudiantes que tienen la lengua castellana como materna.
La estandarización, en los niveles previos a la educación superior, está en un
proceso de construcción aún no está presente en el sistema educativo
guatemalteco, existen varias políticas que pueden permitir la estandarización
estas son la construcción de un Currículo Nacional Base, los esfuerzos por
reformar la formación inicial de maestros y del desarrollo de pruebas
nacionales. En relación a
la especificidad vocacional, esta se encuentra en el ciclo diversificado donde
existen diferentes opciones educativas que forman para el trabajo y habilitan
para estudiar en la universidad.
Las políticas educativas en Guatemala han priorizado la cobertura,
especialmente la de primaria, esto ha provocado que existe una igualdad de
oportunidades en ese nivel, pero a pesar de ello las desigualdades entre:
mujeres y hombres; indígenas y no indígenas; y entre los estratos más bajos
respecto al medio y alto se mantienen. En el ciclo básico y diversificado la
cobertura de la educación pública es muy baja. Esto ha provocado, ante la demanda, la
oferta educativa privada. Pero
esta oferta genera más costos a las familias por lo que hay un grupo de
personas que no logran continuar sus estudios, específicamente aquellas que
carecen de recursos.
Si bien las altas desigualdades de acceso a la educación entre hombres y
mujeres se encuentran en los estratos más bajos, en los medios y altos estas
han disminuido. Esto se explica a partir de la ampliación de la
cobertura que ha permitido la disminución de los costos de la educación, por lo
que las mujeres de los estratos alto y medio pueden acceder con mayor
facilidad. A pesar de esta disminución de la desigualdad en el nivel
universitario existen carreras preferidas por las mujeres, esta preferencia
podría ser explicada a partir de las aspiraciones que generan los roles sociales
de madre y esposa.
Si bien hay una disminución de la desigualdad entre hombres y
mujeres, entre los grupos indígenas y los no indígenas la disminución es
menor, si bien la ampliación de la cobertura en primaria ha permitido que las
desigualdades en ese nivel no sean muy grandes, es en los niveles
superiores donde los indígenas aún están por debajo de los no
indígenas. Pero donde las desigualdades están aumentando es entre los
estratos, ya que los estratos alto y medio tienen más acceso a la
educación, especialmente al diversificado y a la educación
superior, mientras que los estratos bajos están logrando ingresar a
la primaria.
El logro educativo, entendido este como los niveles alcanzados o los años
de escolaridad, es más alto en los estratos sociales medio y alto, por lo
que el origen social influye de manera importante. Viendo el logro
educativo como los conocimientos adquiridos, los datos permiten observar que
muy pocos estudiantes están obteniendo los conocimientos mínimos señalados por
el MINEDUC.
Partiendo de la hipótesis del capital cultural se comparó el porcentaje de
estudiantes que están en un nivel de logro educativo a partir de la escolaridad
de la madre, esto permitió observar que en la medida que la escolaridad de la
madre aumenta, también lo hace el porcentaje de estudiantes que se encuentra en
el nivel de logro educativo. Pero
la escolaridad de la madre no implica automáticamente que los hijos tendrán un
buen resultando, hay otros factores como el nivel socioeconómico de la familia
del estudiante, ciertas características individuales y algunas institucionales
que pueden estar influyendo.
Finalmente interesa cerrar el ensayo destacando que Guatemala es el segundo
país más desigual de América latina, por lo que las desigualdades educativas
son una expresión de esa desigualdad estructural existente. Si bien las políticas de cobertura han
permitido que la mayoría de la población con 7 años acceda a la primaria este
nivel educativo no es suficiente para garantizar que una persona con su familia
pueda salir de la pobreza. Si
bien las reformas educativas están empujando acciones enfocadas en ampliar las
oportunidades educativas, es necesario que se den reformas en el modelo de
desarrollo para que permita la posibilidad de igualdad de oportunidades al
desarrollo.
Anexos.
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[1] Es importante señalar que
las escuelas municipales obtuvieron un 1.6% en el nivel de logro en
lectura y las escuelas por cooperativa
un 2.6% .
[2] La necesidad de ampliar la cobertura en primaria y lo complicado de crear nuevas escuelas públicas por el proceso burocrático impulsó el Programa Nacional
de Autogestión de Desarrollo Educativo –PRONADE-. El objetivo de este programa era apoyar en la
ampliación de la cobertura educativa.
Ante lo complicado de crear nuevas escuelas públicas que implicaba
obtener un terreno, la construcción, equiparla, contratar profesores, se optó
por un programa donde se les trasladaban recursos a las comunidades para que
ellas prepararan un lugar donde dar clases, amueblaran el lugar, contrataran a
los profesores, supervisaran el trabajo que realizaban y le dieran sus
honorarios. Los fondos eran entregados a
organizaciones no gubernamentales e instituciones privadas para que administraran
regiones y organizaran las comunidades
para conformar las escuelas. El
programa buscaba que luego de que se conformara una escuela PRONADE iniciaban
las gestiones para que se convirtiera a mediano plazo en una escuela pública. Programas de esta naturaleza fueron
impulsados en la misma época en varios países de Centroamérica (Vegas y Umansky 2005) . Pero existieron intentos de que el PRONADE se
constituyera en la nueva forma de administrar las escuelas públicas de Guatemala. Esta política se enmarcó en los esfuerzos por
reducir el estado y ante la incapacidad del estado de lograr la cobertura se
trasladaba a la sociedad civil o las comunidades funciones y
responsabilidades. En este marco se dio
un cambio sobre la idea de educación que pasó de ser un derecho a constituirse
en un servicio.
[1] La educación bilingüe
inicia en Guatemala la década de 1950, cuando se inicia la formación de maestros
rurales, quienes debían de aprender un idioma indígena en su formación,
paralelamente a ellos iniciaron los procesos de alfabetización en el idioma
materno que realizaban facilitadores con grupos de adultos. Ya en los años ochenta toma el nombre de educación
bilingüe pero en esta etapa era una educación enfocada en la alfabetización y
castellanización. Ya en los años
noventa, en el marco de los procesos de paz, la educación bilingüe se ver
enriquecida por el enfoque intercultural, pero dicho enfoque se centró
únicamente en la población indígena. Ya a partir del año 2005 el Currículo
Nacional Base incluyó el eje de interculturalidad en todos los niveles
educativos. Para profundizar en este
aspecto se puede verse González (2000) y Monzón (1999)
[3] Tomado de http://www.mineduc.gob.gt/estadistica/2010/default.htm