Dentro de la teoría social han existido diferentes formas de presentar a la comunidad y su relación con la sociedad. Si bien, durante mucho tiempo se considero la comunidad y la sociedad como sinónimos como el concepto de Koinomia en Aristóteles que se refiere a todas la formas de socialización del ser humanos sin diferenciar grados de convenio como intensidad de sentimientos.
La diferencia entre sociedad y comunidad se da en la época moderna. Uno de los principales exponentes de esta diferencias es Ferdinand Tönnies quien señalaba que “Comunidad es la vida en común y auténtica; sociedad es solo una vida en común pasajera y aparente”. Tönnies amplia las diferencias destacando que la comunidad es una forma de socialización en las que los implicados a partir de su procedencia común, proximidad local o convicciones axiológicas compartidas han llegando a un consenso tal que logran coincidir en los criterios de apreciación. En contraposición la sociedad es un espacio de socialización en la que los implicados coinciden en consideraciones racionales ajustadas a fines, con el objeto de lograr el máximo beneficio individual.
Esta diferenciación permite a Tönnies destacar como la modernidad se caracteriza por una constitución de la sociedad que va superando las relaciones en comunidad que existían antes de la modernidad, tradición y afectividad quedan relegadas por la razón y el interés. En la comunidad los individuos están para la colectividad en la sociedad los individuos están para sí mismos. Si bien Tönnies señala que la comunidad y la sociedad son partes de un proceso histórico, ambos se constituyen en categorías que permiten analizar diferentes relaciones en la realidad. Finalmente Tönnies visualiza un proceso en que la sociedad va generando nuevamente lazos afectivos que pueden permitirle la superación del individualismo.
Emilie Durkheim es otro teórico que se refiere a este tipo de relaciones que si bien no utiliza los conceptos de comunidad y sociedad, sus conceptos de solidaridad mecánica y orgánica dan cuenta de esos tipos de relación. Para Durkheim en la solidaridad mecánica predomina en los individuos un intenso grado de armonía emocional y cognitiva que permite que la integración social se dé a partir de una conciencia colectiva. Plantea también la solidaridad orgánica, donde las diferencias individuales entre los individuos son tan grandes que solo la coacción cooperativa de la división del trabajo puede proporcionar integración social.
Tanto Durkheim como Tönnies coinciden en que la comunidad y la sociedad son dos tipos de relaciones sociales que se suceden, esto es compresible ya que ambos están inmersos en el evolucionismo. Pero sus diferencias radican en que Tönnies ve la sociedad como algo “degenerado” y se centra más en los conceptos mientras que Durkheim plantea que la sociedad moderna tiene una moral y trabaja más con la realidad.
Weber también le dedica algunas reflexiones a la comunidad, destaca que ésta es ese espacio donde hay carencia de fuerza, esto implica que obtener obediencia de los miembros se da por propia voluntad, esto es gracias a los lazos tradicionales y afectivos que comparten quienes la conforman. En la comunidad están presentes los líderes carismáticos y tradicionales.
Las propuestas comunitarias en Europa, especialmente en Francia y Alemania, sufren una polarización especialmente por parte de los críticos del capitalismo. Donde la comunidad era la forma de unión en la que los individuos, con puntos en común generados gracias a historia o provistos biológicamente, mantienen una serie de lazos afectivos mucho más fuertes que los generados por las relaciones jurídicas. Luego de la segunda guerra mundial la discusión sobre comunidad desaparece de la escena intelectual europea.
En Estados Unidos la discusión sobre la comunidad se centró en determinar hasta qué punto la construcción democrática de la sociedad podía quedar privada de toda vinculación con las comunidades locales o religiosas sin perder sus propios presupuestos existenciales. Dentro de las corrientes de pensamiento teórico social estadounidense pueden se destacan dos identificadas: la escuela de chicago, específicamente con William Isaac Thomas, y la propuesta de Talcott Parsons.
William Isaac Thomas señalaba que la estabilidad de las instituciones de los grupos es únicamente un equilibrio dinámico de procesos de organización y reorganización. Los individuos interactúan a partir de hábitos y cuando estos individuos se enfrentan a estímulos desconocidos o problemas para los cuales no tienen hábitos definidos para su solución, se dan reflexiones sobre la situación y permiten generación de una acción creativa que permite generar nuevos hábitos. De esta cuenta las relaciones sociales deben ser concebidas como abiertas al cambio y a la negociación entre los involucrados. Esto permitía ver a la comunidad no como opuesta a la sociedad, como se había hecho dentro de las tradiciones anteriores (Simmel, Tönnies, Weber, etc.) sino como un proceso de organización, desorganización y reorganización individual y colectiva, es así que la idea de comunidad y sociedad son parte de una dinámica. La investigación del campesino polaco puede verse desde estos ojos, al descubrir como la comunidad del campesino en Polonia se desorganiza por la migración y cambio a la llegada a Estados Unidos donde se constituye, en muchos casos, en obreros. Pero en este nuevo contexto se da un proceso de reconstrucción (enriquecido) de la comunidad.
Talcott Parsons, identifica a la comunidad dentro del Sistema Social, específicamente en el Sub sistema Social. El cual se subdivide en cuatro: el económico, el político, el de comprensión y valores y finalmente, el de comunidad social. La Comunidad Social es la base estructural de la sociedad y que contituye un conjunto de normas compartidas por los miembros y que se presentan en las diferentes interacción diarias, en este espacio es donde se institucionalizan las formas de solidaridad social por lo que se da la integración social.
A finales del siglo XX han existido sociólogos que también han trabajado la comunidad. Zygmunt Bauman sostiene que en la medida que se constituye la sociedad, sobre las comunidades, se da una pérdida de la seguridad y que las comunidades que surgen a finales del siglo XX son falsas comunidades, creo que debido a las características especiales a las que apelan, y tratan con ello de ofrecer una especie de seguridad. Ante estas falsas comunidades, Bauman plantea la esperanza de una comunidad mundial. Michel Maffesoli, en cambio, se enfoca en el estudio de las comunidades en las ciudades que denomina como tribus urbanas, haciendo un símil entre las tribus y estos grupos urbanos modernos. Richard Sennet destaca como el cambio de una vida en comunidad a una vida en sociedad tiene consecuencias para los individuos, debido a que plantea que los problemas deben ser afrontados individualmente, el rompimiento de las rutinas y los efectos de estos cambio en los aspectos socio afectivos de los individuos.