Luego de las elecciones presidenciales el 11 de septiembre, dos partidos pasaron a una segunda vuelta para definir finalmente quien sería el presidente durante el período 2012 a 2015. El Partido Patriota –PP- que postuló al ex general Otto Pérez Molina obtuvo un 36% de los votos y el Partido Libertad Democrática Renovada –LIDER- que postuló al abogado Manuel Baldizón obtuvo un 23%. Ya que ninguno de los candidatos obtuvo la mayoría absoluta de los votos válidos se realizó una segunda vuelta el pasado 6 de noviembre.
La campaña electoral de esta segunda vuelta se caracterizó por alianzas entre los partidos participantes y los partidos que quedaron fuera en la primera vuelta. El partido en el gobierno, Unidad Nacional de la Esperanza –UNE- y el partido Gran Alianza Nacional apoyaron al partido LIDER, mientras que el partido Visión con Valores –VIVA- y el recién desaparecido partido Acción de Desarrollo Nacional –ADN- apoyaron al PP.
En la segunda vuelta se obtuvieron 4, 281,980 votos válidos, de los cuales un 53.7% fueron para el PP y un 46.3% fueron para el partido LIDER. Por lo que el nuevo presidente de Guatemala será Otto Pérez Molina. Manuel Baldizón es visto como el líder de la oposición y el principal candidato a la presidencia para las futuras elecciones de 2014.
Ante estos resultados han existido algunas reacciones sobre el retroceso que significa la llegada al ejecutivo de un ex militar señalado de haber cometido violaciones a los derechos humanos durante el conflicto armado, luego de 26 años de democracia. Desde una perspectiva electoral, las elecciones del 6 de noviembre confirman la democracia delegativa. No obstante la elección de Otto Pérez Molina representa un fuerte golpe a la memoria y fortalece la impunidad existente en el país ante la inexistencia de un proceso que confirme o rechace los señalamientos que se le hacen al presidente electo.
Ante esto, ¿qué permitió que una persona con estos señalamientos llegara al poder en Guatemala? Esta pregunta tiene una serie de respuestas:
Primero, Otto Pérez Molina logró el segundo lugar en las elecciones presidenciales del 2007, donde perdió ante el actual presidente y se posicionó como el líder de la oposición con el PP desde el órgano legislativo. Esto le permitió tener un capital político y una experiencia que pudo aprovechar, tanto el candidato, como el partido, en el presente proceso electoral. En esta misma línea el PP recolectó y ejecutó una gran cantidad de recursos económicos utilizados para la campaña, que superó los techos propuestos por parte del Tribunal Supremo Electoral. Podría decirse que el PP junto con la UNE, eran los partidos más fuertes al inicio de la campaña electoral.
Segundo, la oposición que desarrolló el PP a las acciones del actual gobierno desde el legislativo, como por ejemplo al programa de “Mi Familia Progresa” . Estos programas fueron objetos de grandes críticas por parte del PP desde el congreso y tuvo costos fuertes para el partido en el gobierno como la destitución del Ministro de Educación por negarse a presentar información de estos programas. Esto implicó un mayor impacto en los sectores medios y altos, que inicialmente, percibieron estos programas como clientelares y que servirían para asegurar que el partido en el gobierno repitiera otro período. Pero el avance y consolidación de estos programas es inminente ya que fue un lugar común en los diferentes planes de gobierno de los partidos.
Tercero, fue el hecho de que no participara el partido oficial. Esto debido a que el partido que representaba una mayor oposición al PP era la UNE. El partido en el gobierno cometió una serie de errores, el primero fue proponer a la ex primera dama, Sandra Torres, quien por ser esposa del presidente no podía ser candidata a la presidencia y no un candidato socialdemócrata , como se autodefinió, sino a una candidata que provenía de la izquierda y fue parte de la guerrilla guatemalteca durante el conflicto armado interno, además de ser la persona responsable del programa de políticas sociales del gobierno. Esto le generó una serie de anticuerpos en los sectores medios y altos, de donde se originaron una serie de recursos legales para evitar su inscripción. Desafortunadamente, la UNE no logró reflexionar este escenario y no propuso otro candidato teniendo dentro de sus filas diferentes personalidades que podrían haber sido candidatos de frenaran la llegada de Pérez Molina al poder.
Cuarto, en la última década Guatemala ha vivido un aumento de la criminalidad, especialmente del crimen organizado y la lucha dentro de estas organizaciones que están infiltradas en el gobierno. Paralelamente a esto va el aumento de la percepción de la ciudadanía que la falta de seguridad es un problema mayor ante los diferentes problemas sociales que hay en el país. Por ello el discurso de seguridad y de mano dura ha tenido una gran aceptación en el ciudadano medio y se ve traducido en los votos recibidos.
Quinto, se puede señalar que no existió dentro de los candidatos de los otros partidos alguien que reuniera las cualidades para hacerle frente, quizás la antípoda de Otto Pérez Molina en esta elección era la candidata del Frente Amplio de Izquierda, la premio nobel de la paz, Rigoberta Menchú. Pero ella solo obtuvo un 3.27% de los votos en la primera vuelta. Esto debido a que la izquierda ha estado fragmentada en varios partidos, muchos de ellos de centro derecha.
Ante este panorama es explicable la llegada de Otto Pérez Molina a la presidencia de Guatemala. Sin embargo, su gestión se ve amenazada por las negociaciones previas a su toma de posesión de la presidencia. Esto debido a que el presupuesto del año 2012 está en negociación en el congreso y éste puede dejar amarrados rubros que no le permitan impulsar su plan de gobierno o que limiten su cumplimiento. Otro elemento paradójico fue que en los últimos años el partido en el gobierno trató de promover una reforma fiscal para asegurar los recursos públicos, pero la oposición sistemática del Partido Patriota fue uno de los factores que evitó que este proyecto se aprobara y ahora ésta es una de las urgencias más grandes que tiene el futuro gobernante. En el mismo congreso, existe el interés de limitar la utilización de Organizaciones No Gubernamentales para la ejecución de proyectos del ejecutivo, situación que limitaría grandemente la ejecución de recursos y el avance de algunos programas del ejecutivo y la bancada de la UNE está apostando, equivocadamente como lo hizo la bancada del PP en su momento, presentar una oposición sistemática a las propuestas y requerimientos del ejecutivo.
Finalmente el panorama de la transición del gobierno de la UNE al PP presenta, como en los anteriores cambios de gobierno, un ambiente de incertidumbre sobre las políticas que se han impulsado en los últimos años, así como de los equipos técnicos responsables de las mismas. Espero por ello que este nuevo gobierno no llegue con la lógica de “limpiar la mesa” ya que todo ese proceso si implicaría un retroceso para el país.