La tasa neta de ingreso en el
primer grado de primaria es la razón del número de alumnos matriculados por
primera vez en primero primaria con la edad oficial (para el caso de Guatemala
es de 7 años) entre el número total de personas con esa edad para el lugar
donde se está calculando, esta se calcula a partir del censo y la tasa de crecimiento. El resultado
se expresa en un porcentaje donde se observa cuantos de los niños en edad de
estar en primero primaria ingresaron a ese grado.
Este dato es diferente a la tasa
neta de cobertura que en Guatemala se calcula a partir del grupo de estudiantes
inscritos que tienen entre 7 y 12 años (rango de edad en la que se espera se
curse la primaria) y el total de la población del lugar que se encuentra en ese
rango de edad. Para este último dato se
utiliza también la proyección que realiza el Instituto Nacional de Estadística, a
partir del último censo realizado.
El objetivo de la tasa neta de
ingreso en el primer grado de primaria es proveer información más exacta sobre
el acceso a la primaria de aquella población en edad de ingresar a la primaria,
si el porcentaje es muy próximo a 100 se puede señalar que se está alcanzando
la universalización del acceso a la primaria.
En los últimos 4 años en
Guatemala este indicador ha ido bajando, pasando de un 71.64% en el 2009 a un
51.97% en el año 2012. Dentro de las
limitaciones de la Tasa Neta de Ingreso esta que solo se observan los estudiantes que tienen 7 años
cumplidos, pero en primero primaria se pueden encontrar estudiantes de
diferentes edades. Por ejemplo, para el año 2006 en primero primaria había estudiantes con edades entre 5 y 13 años cumplidos al momento de iniciar el ciclo. Casi un 5% tenían 5 años; un 20% tenían 6
años; un 45% tenían 7 años, un 18% tenían 8 años y un 8% con 9 años, el
porcentaje restante está entre los 10 y los 13 años.
Estos datos permiten observar que
la Tasa Neta de Ingreso era del 45% en el año 2006, pasando a casi un 72% en el
2009, bajando a un 59.97% en el 2012. Es
decir que en los últimos años ha existido un aumento de la Tasa Neta de Ingreso
y posteriormente una reducción. Este
cambio de tendencia, ir aumentando y
luego cambiar hacia la baja, también se observa en las tasas de cobertura, en
la tasa neta pasó de 98.68% en el 2009 a 89.11% en el 2012 y en la tasa bruta
pasó de 118.63% en el 2009 a 107.95% en el 2012.
Ante estos resultados se puede
plantear las preguntas (1) ¿Qué puede estar explicando esta tendencia a la baja
en la cobertura educativa de primaria en Guatemala? (2) ¿Hay cambios en la
política pública en el año 2009 que pueden explicar el cambio de tendencia en
la cobertura?
Las preguntas planteadas son distintas, la primera tiene un sentido centrado explicar el cambio, la segunda está enfocada en una posible causa, en este caso son los "cambios en la política pública". Si bien la política educativa ha tenido cambios mínimos entre los gobiernos, si han existido cambios en las políticas de apoyo a los sectores más vulnerables.
El cambio radica en que, durante el gobierno del 2008 al 2011 se impulsó un programa de transferencias condicionadas. Que buscaba apoyar a las familias con recursos económicos a cambio de que estas enviaran a sus hijos a la escuela y periódicamente asistieran al centro de salud. De esta manera se impulsó que los sectores más pobres accedieran a más educación y a más salud.
Con el cambio de gobierno, que inició en el 2012 y concluye en el 2015, el programa de transferencias cambió. El cambió radica en que las transferencias no están vinculadas a la asistencia de los hijos a la escuela y al centro de salud. Esto permite incluir en estos programas a familias que no necesariamente tengan infantes pequeños y/o en edad escolar. Esto es algo positivo en el presente porque se atienden a personas de la tercera edad, por ejemplo, pero tiene un impacto devastador para el futuro ya que no se está influyendo en una de las variables que podrían cambiar la situación de las familias que se están apoyando.
Probablemente existen dentro del grupo de familias apoyadas con el programa, aquella que tienen infantes pequeños y/o en edad escolar, y si bien están recibiendo transferencias tenderán a no enviar a sus hijos a la escuela. ¿Cómo se explica esto?
Se explica porque las personas actúan de forma racional y tenderán a actuar cuando tenga una mayor ganancia o el nivel de satisfacción sea mayor. Pero si bien todos actúan de forma racional, las decisiones dependen de factores sociales como aquello que se valora. Estas diferencias están marcadas por las clases sociales o los estratos socio-económicos a los que se pertenece.
Por ejemplo, dividamos la sociedad guatemalteca en dos grandes clases o grupos socio-económicos: aquellos que tienen las necesidades básicas satisfechas y los que no. Los primeros que tienen lo necesario para vivir en el presente tenderán a tomar decisiones que les permitan vivir mejor en el futuro. Par ellos la educación es un recurso que les permitirá a sus hijos mantener o mejorar la posición en la estratificación social. El grupo que no tiene las necesidades básicas satisfechas estará preocupada principalmente en el presente ya que no tienen lo necesario en ese momento. Este grupo tiende a valorar todos aquello que le permita comer hoy y no se preocupa del futuro, por ello la educación no se ve como alternativa, ya que el enviar hoy a los niños a la escuela no representará un plato de comida en la mesa para el medio día, habrá que enviarlos 200 veces a la año por más de 12 años para que esa educación pueda traducirse en mejores condiciones personales para una oportunidad de empleo mejor remunerado. Ante esto es incoherente esperar que aquellas familias que no tienen las necesidades satisfechas en el presente envíen a sus hijos a la escuela, si esto no les va a representar en el presentes una satisfacción de alguna de sus necesidades.
Esta explicación, simplista y muy general, tiene un termino muy ambiguo: "necesidad básica". Ya que usualmente la definimos desde el observador como una lista de bienes y servicios, que al tenerse completa en la familia se estará en condiciones para pensar en el futuro. Pero las "necesidades básicas" son un concepto que depende de la clases social o del estrato socio-económico en el se encuentra la persona. No son las mismas necesidades que tiene un joven campesino de 14 años en área rural del Peten, que otro joven inmigrante en Guatemala de 16 años. Lo mismo se observa en las familias. Hay familias campesinas donde están presentes los abuelos, padres, hermanos, primos, tías, etc. y tendrán unas necesidades, hay familias urbanas conformadas por la madre y dos hijos. Imaginar las necesidades básicas para cada caso es un ejercicio interesante pero solo se tendrá la hipótesis que aquello imaginado son en realidad las necesidades básicas del caso.
En conclusión, las personas son racionales, esto hay que tenerlo en cuenta al momento de hacer una pequeña modificación en la política pública, ya que puede tener consecuencias no esperadas. Pero también tomar en cuenta a que clase social o estrato socio-económico se encuentra la persona, ya que esto influyen fuertemente en las preferencias.
Las preguntas planteadas son distintas, la primera tiene un sentido centrado explicar el cambio, la segunda está enfocada en una posible causa, en este caso son los "cambios en la política pública". Si bien la política educativa ha tenido cambios mínimos entre los gobiernos, si han existido cambios en las políticas de apoyo a los sectores más vulnerables.
El cambio radica en que, durante el gobierno del 2008 al 2011 se impulsó un programa de transferencias condicionadas. Que buscaba apoyar a las familias con recursos económicos a cambio de que estas enviaran a sus hijos a la escuela y periódicamente asistieran al centro de salud. De esta manera se impulsó que los sectores más pobres accedieran a más educación y a más salud.
Con el cambio de gobierno, que inició en el 2012 y concluye en el 2015, el programa de transferencias cambió. El cambió radica en que las transferencias no están vinculadas a la asistencia de los hijos a la escuela y al centro de salud. Esto permite incluir en estos programas a familias que no necesariamente tengan infantes pequeños y/o en edad escolar. Esto es algo positivo en el presente porque se atienden a personas de la tercera edad, por ejemplo, pero tiene un impacto devastador para el futuro ya que no se está influyendo en una de las variables que podrían cambiar la situación de las familias que se están apoyando.
Probablemente existen dentro del grupo de familias apoyadas con el programa, aquella que tienen infantes pequeños y/o en edad escolar, y si bien están recibiendo transferencias tenderán a no enviar a sus hijos a la escuela. ¿Cómo se explica esto?
Se explica porque las personas actúan de forma racional y tenderán a actuar cuando tenga una mayor ganancia o el nivel de satisfacción sea mayor. Pero si bien todos actúan de forma racional, las decisiones dependen de factores sociales como aquello que se valora. Estas diferencias están marcadas por las clases sociales o los estratos socio-económicos a los que se pertenece.
Por ejemplo, dividamos la sociedad guatemalteca en dos grandes clases o grupos socio-económicos: aquellos que tienen las necesidades básicas satisfechas y los que no. Los primeros que tienen lo necesario para vivir en el presente tenderán a tomar decisiones que les permitan vivir mejor en el futuro. Par ellos la educación es un recurso que les permitirá a sus hijos mantener o mejorar la posición en la estratificación social. El grupo que no tiene las necesidades básicas satisfechas estará preocupada principalmente en el presente ya que no tienen lo necesario en ese momento. Este grupo tiende a valorar todos aquello que le permita comer hoy y no se preocupa del futuro, por ello la educación no se ve como alternativa, ya que el enviar hoy a los niños a la escuela no representará un plato de comida en la mesa para el medio día, habrá que enviarlos 200 veces a la año por más de 12 años para que esa educación pueda traducirse en mejores condiciones personales para una oportunidad de empleo mejor remunerado. Ante esto es incoherente esperar que aquellas familias que no tienen las necesidades satisfechas en el presente envíen a sus hijos a la escuela, si esto no les va a representar en el presentes una satisfacción de alguna de sus necesidades.
Esta explicación, simplista y muy general, tiene un termino muy ambiguo: "necesidad básica". Ya que usualmente la definimos desde el observador como una lista de bienes y servicios, que al tenerse completa en la familia se estará en condiciones para pensar en el futuro. Pero las "necesidades básicas" son un concepto que depende de la clases social o del estrato socio-económico en el se encuentra la persona. No son las mismas necesidades que tiene un joven campesino de 14 años en área rural del Peten, que otro joven inmigrante en Guatemala de 16 años. Lo mismo se observa en las familias. Hay familias campesinas donde están presentes los abuelos, padres, hermanos, primos, tías, etc. y tendrán unas necesidades, hay familias urbanas conformadas por la madre y dos hijos. Imaginar las necesidades básicas para cada caso es un ejercicio interesante pero solo se tendrá la hipótesis que aquello imaginado son en realidad las necesidades básicas del caso.
En conclusión, las personas son racionales, esto hay que tenerlo en cuenta al momento de hacer una pequeña modificación en la política pública, ya que puede tener consecuencias no esperadas. Pero también tomar en cuenta a que clase social o estrato socio-económico se encuentra la persona, ya que esto influyen fuertemente en las preferencias.